martes, 7 de junio de 2011

Velez se toma revancha y pelea por el campeonato

Martínez no tiene nada de Burro: la joyita que abrió el partido, las dos atajadas de Barovero y una frase que lo define... “El equipo que no tropiece saldrá campeón”.
En apenas pocos segundos, del Amalfitani surgió un mensaje único de admiración. A los 38 minutos del segundo tiempo, la parcialidad local se unió en un audio estéreo, que envolvía el estadio, bailando una coreografía de aplausos y reverencias a la deidad efímera de un jugador que abrió y cerró el partido. “Burriiito, Burriiito”, bajó de cada bandeja fortinera cuando Juan Manuel Martínez se iba reemplazado por Iván Bella. Cabeza gacha, casi que rechazando la adulación, aplaudiendo tímidamente los aplausos, se retiraba el autor de un señor golazo, caminando rivales de izquierda a derecha, dribleando piernas con su firma clásica, su futbolera identidad de pelota al pie y gambeta elástica.
Se iban desvaneciendo las chances de corromper el cero hasta que el ingenio del Burrito Martínez frotó la lámpara. De un lado, Barovero neutralizaba cada ataque mendocino. Del otro, Vélez insistía en la intrascendencia ofensiva. “No me acuerdo bien, me tiré para adentro, terminé rematando y entró, pero no la tengo muy clara a la jugada. Cuando lo vea más tranquilo en casa veré cómo fue, lo importante es que sirvió para ganarle a un rival difícil”, adujo con la misma humildad que tuvo al irse ovacionado. Siguiendo la línea de sinceridad y decoro, la figura del partido reconoce la importancia de la otra figura del partido, el arquero Marcelo Barovero: “Esta victoria es un 80% de Barovero y un 20% del equipo. Jugó un partidazo, estuvo increíble, las dos pelotas que atajó fueron fundamentales”.
Su señor golazo destrabó el nudo de un encuentro medular, esos que suman tres puntos estadísticos y duplican más puntos anímicos. Más aún, cuando estas dosis de optimismo regeneran la actitud de un plantel alicaído por el sueño de Copa. Martínez revela ese golpazo y lo pone en grabador: “Todo el equipo estuvo bárbaro. Sacamos las agallas después de una eliminación en la Copa que nos dolió”. Luego de tanta doble competencia, respira aliviado el descanso semanal: “Por primera vez en el año tenemos seis días para recuperarnos. Nos viene bien justo ahora, porque el equipo que no tropiece saldrá campeón”.

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